116 ms
197 Mbps
268 Mbps

Preguntas frecuentes

La cantidad de datos que tu conexión puede recibir por segundo desde el servidor, indica la velocidad de tu conexión. Un valor más alto significa que tu conexión es más rápida y puede descargar datos más rápidamente.

La velocidad de descarga o bajada en internet se refiere a la rapidez con la que los datos pueden ser transferidos desde un servidor a tu dispositivo. Se mide en megabits por segundo (Mbps) o gigabits por segundo (Gbps) y determina qué tan rápido puedes acceder a contenido en línea, como páginas web, videos, archivos y transmisiones en vivo. Una mayor velocidad de descarga permite una navegación más fluida, una mejor calidad de video en streaming y una descarga más rápida de archivos grandes.

La velocidad de carga o subida en internet se refiere a la rapidez con la que los datos pueden ser enviados desde tu dispositivo a un servidor en línea. Se mide en megabits por segundo (Mbps) o gigabits por segundo (Gbps). Esta velocidad es crucial para actividades como subir archivos a la nube, enviar correos electrónicos con archivos adjuntos grandes, realizar videollamadas y transmitir en vivo. Una mayor velocidad de carga garantiza que estas tareas se realicen de manera más rápida y eficiente.

Las velocidades de internet que puedes esperar en tus dispositivos dependen de varios factores, como el tipo de dispositivo, su antigüedad, la tecnología de conexión (Wi-Fi o cableada), y la capacidad del proveedor de servicios de internet (ISP). Los dispositivos más modernos, con soporte para Wi-Fi 5 (802.11ac) o Wi-Fi 6 (802.11ax), suelen ofrecer velocidades más rápidas y estables. Sin embargo, la velocidad real que experimentas puede ser inferior a la velocidad contratada debido a la distancia del router, interferencias, la cantidad de dispositivos conectados, y la calidad del hardware. Por lo general, en dispositivos móviles y laptops, se puede esperar una velocidad de descarga y carga que sea un porcentaje significativo, pero no siempre igual, a la velocidad máxima contratada con tu ISP.

Varios factores pueden afectar la velocidad de tu conexión a internet, incluyendo:

  1. Ancho de banda contratado: La velocidad que ofrece tu proveedor de servicios de internet (ISP) establece un límite superior a la velocidad que puedes alcanzar.

  2. Tipo de conexión: Las conexiones de fibra óptica suelen ser más rápidas y estables que las de cable, DSL o satélite.

  3. Calidad del equipo: La capacidad de tu router y la tecnología que soporta (Wi-Fi 5, Wi-Fi 6) influyen en la velocidad que puedes obtener. Los dispositivos más antiguos pueden no aprovechar al máximo una conexión rápida.

  4. Interferencias y distancia: La distancia entre tu dispositivo y el router, así como las interferencias de otros dispositivos electrónicos o redes Wi-Fi vecinas, pueden reducir la velocidad.

  5. Congestión de la red: Cuando muchos dispositivos están conectados simultáneamente a la misma red, la velocidad disponible para cada uno puede disminuir.

  6. Tráfico en la red: Durante horas pico, cuando muchas personas en tu área están usando internet, es posible que experimentes velocidades más bajas debido a la congestión en la red del ISP.

  7. Ubicación del servidor: La velocidad de internet también puede variar dependiendo de la ubicación geográfica del servidor al que estás accediendo; cuanto más lejos esté, mayor puede ser la latencia y menor la velocidad.

Mejora tu WiFi colocando el router en un lugar central y elevado, actualizando su firmware, y usando un canal menos congestionado. Considera extensores de señal para áreas con baja cobertura y limita la cantidad de dispositivos conectados.

×